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Hace un tiempo tuve la oportunidad de vivir en Australia y recorrer una parte de ese gran país. Uno de los lugares que más me sorprendió fue Brisbane, la tercera ciudad más grande de Australia tras Sydney y Melbourne, y la más «australiana» de las tres. En ella pude estar un par de días en los que exprimí la ciudad al máximo. En el post de hoy quiero enseñarte la mejor forma de aprovechar el tiempo el Brisbane para poder ver todo lo importante en tan solo dos días.
Situada al este de Australia, en el estado de Queensland, esta ciudad rodea el serpenteante río Brisbane y está a unos 20 minutos de la costa. Por su localización tiene unas temperaturas estupendas durante todo el año, con máximas de unos 30º en verano y mínimas de 10º en invierno. Brisbane es una ciudad realmente moderna en la que todo el centro fue transformado tras la exposición universal de 1988.
Bordeando el río Brisbane
La mayoría de «vida» en la ciudad de Brisbane se reparte entre el CBD (el distrito financiero) y la ribera del río Brisbane. Bordeando el río podemos encontrar un enorme espacio de ocio en el que se sitúan museos, bares, restaurantes, e incluso un magnífico jardín botánico. También es una zona perfecta para realizar todo tipo de deportes, ya que gran parte de la ribera cuenta con carril bici, además de zonas para hacer ejercicios, deportes de equipo e incluso escalada en el rocódromo al aire libre.
Podemos recorrernos toda esta zona andando o en bici. Lo mejor es cruzar a la parte sur del río por el Kurilpa Bridge, a partir de ahí iremos dirección este por la zona de los museos, donde podremos visitar de forma gratuita el Queensland Museum & Science Centre, así como acceder a varias galerías de arte. Tras ello nos encontramos con la noria de Brisbane, desde la cual podremos ver toda la ciudad (justo en frente está el casino, un edificio de estilo europeo muy chulo) Tras ello nos encontramos con la playa artificial de Brisbane, la cual se puede disfrutar prácticamente todo el año.
Tras ello llegaremos al Goodwill Bridge, desde el cual podemos tomar dos rutas, seguir hacia adelante por el sur del río y recorrer toda la ribera hasta el Story Bridge (recorrido que recomiendo hacer en bici ya que es largo para hacerlo andando) con lo cual podremos tener unas vistas estupendas de la ciudad, o cruzar a la parte norte por el puente para visitar el jardín botánico y meternos de lleno en el CBD.
La peculiaridad del distrito financiero
Al contrario de lo que pueda parecer en una ciudad de algo más de dos millones de ciudadanos, la vida en Brisbane es realmente apacible y tranquila. Incluso pasear por el CBD es mucho más agradable que en otras ciudades del país. Así que si venimos desde el jardín botánico podemos dirigirnos al noroeste para llegar al Queen Street Mall, un mercado lleno de tiendas, pequeños puestos y restaurantes de todo tipo que es realmente recomendable para visitar y, ya que estamos, comer por la zona.
Después del Queen Street Mall lo mejor es volver al río, esta vez hacia la zona de Eagle Street Pier, y desde ahí ir dirección norte pudiendo parar en cualquiera de los bares que hay en la zona y que tienen unas vistas estupendas del río. Según vayas hacia el norte irás viendo uno de los puntos de interés de la ciudad, el Story Bridge.
En definitiva, Brisbane es una ciudad de visita obligada si vas a Australia, personalmente me sorprendió muy gratamente y estoy deseando volver en cuanto sea posible. Así que ya sabes, ya sea porque vas de camino a la Gran Barrera de Coral (al norte de Brisbane) o si estás disfrutando en las estupendas playas de la Gold Coast Australiana (al sur) no olvides pasarte por Brisbane, no te decepcionará.
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