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Dentro de nuestra aventura en la Ruta 66 (aquí puedes encontrar nuestra guía con el recorrido que hicimos por etapas, presupuesto, etc…), hicimos una pequeña parada en Santa Fe (Nuevo México), ciudad en la que nos quedamos dos noches porque sabíamos que había muchas cosas que ver que merecían la pena. Así que en el post de hoy, vamos a hablar sobre qué puedes hacer si te quedas dos días en Santa Fe. Si pinchas en cada punto de interés, podrás ver la geolocalización exacta en Google Maps.
Resumen de contenido de este post
Santa Fe: la ciudad de adobe
Santa Fe es una ciudad que sin duda merece muchísimo la pena, tanto por el tipo de arquitectura como por lo curioso de forma disponer los edificios. Santa Fe es la capital más antigua de Estados Unidos y la ciudad más antigua de Nuevo México y solo por eso, merece una visita.
¿Qué tengo que ver en Santa Fe?
- La Plaza de Santa Fe. Es el centro neurálgico de la ciudad y del distrito histórico. Hay muchas tiendas de artesanía por las que merece la pena darse una vuelta.
- Palace of the Governors. Fue construido en el año 1610 por los españoles y se puede visitar todos los días de 10 a 17 horas. Justo en frente del palacio se reúnen artesanos y vendedores para ofrecer a los visitantes sus creaciones y artesanías.
- Basílica de San Francisco de Asís. Esta iglesia de estilo románico fue construida en 1626 y es como volver a Europa de un plumazo, ya que su estilo arquitectónico es el de muchas de las iglesias o catedrales que tenemos, por ejemplo, en España y que no son comunes en Estados Unidos.
- Burro Alley. Todas y cada una de las calles del centro histórico de Santa Fe merecen la pena, pero Burro Alley es una de las más curiosas por la estatua de un burro que alberga.
- Galerías de arte. Si eres amante del arte, Santa Fe es tu sitio. La ciudad está repleta de museos y galerías de arte (más de 200).
- Museo de Arte de Nuevo México. Tiene diferentes exposiciones que van cambiando a menudo, y el edificio es una impresionante obra hecha en adobe, como la mayoría de los edificios históricos de la ciudad.
- Misión de San Miguel. Esta capilla se construyó entre 1610 y 1625 y presume de ser una de las iglesias más antiguas del país. Merece la pena por su valor histórico y por su arquitectura de adobe.
- Santuario de Guadalupe. Fue construido en 1795 y es el santuario dedicado a esta virgen más antiguo de Estados Unidos.
- Casinos. Es muy habitual en la zona encontrar casinos por todas partes que están regentados por nativos. Puedes pasarte un rato por uno de ellos y probar suerte 😉
Una escapada al norte de Santa Fe: el pueblo de Taos
Empezamos la jornada conduciendo unas 70 millas al norte de Santa Fe para visitar el pueblo de Taos, patrimonio de la humanidad de la UNESCO desde 1992. Taos es un pueblo con más de 1.000 años de antigüedad y una arquitectura súper característica en la que el adobe y la madera son los únicos protagonistas, muy en la línea de lo que encontrarás también en Santa Fe. En esta aldea de barro vive una tribu nativa: los tihuas.
Entrar al pueblo de Taos cuesta 16 dólares por persona. Y la eterna pregunta: ¿merece la pena? Bueno, la realidad es que el pueblo no es grande y la visita es bastante corta, pero si asumes que estás ayudando a que este tipo de lugares no se pierdan, sí, merece la pena. Además, este tipo de construcciones y el pueblo en sí, con su cementerio, iglesia y las tiendas de los locales, son muy curiosas de ver.
El horario es de lunes a sábado de 8 a 16.30 y los domingos de 8.30 a 16.30. Puedes encontrar más información sobre este lugar y cómo llegar en su web.
Después de pasar la mañana visitando el pueblo de Taos, puedes comer en la ciudad que está un poco más al sur que el pueblo y que tiene el mismo nombre. Es una ciudad pequeña pero tiene bastantes sitios en los que comer comida típica de la zona como La Cueva Cafe o el Lambert’s of Taos (algo más caro que el primero).
Perdiéndonos en la profundidad de Nuevo México
En vez de volver a Santa Fe por la carretera principal por la que habíamos ido, preferimos perdernos por caminos muchos menos concurridos que nos permitieron ver paisajes como los que vas a ver en las siguientes fotos.
La verdad es que cuando emprendimos camino aquella mañana, no teníamos ni idea de los paisajes tan chulos que nos íbamos a encontrar. He de decir que fuimos quizá un poco valientes de más, ya que nos metimos con nuestro Ford Fiesta por algunos caminos que no eran adecuados para ese tipo de coche, pero la verdad es que no nos arrepentimos.
El Cañón del Río Grande, hermano pequeño del Gran Cañón
A 40 millas al sur de Taos, por la misma carretera que vuelve a Santa Fe, está el Cañón del Río Grande. Obviamente es mucho más pequeño que el Gran Cañón del Colorado, pero sin duda merece la pena verlo, porque a pesar de que el concepto es el mismo, este cañón es mucho más verde ya que el tipo de terreno es completamente diferente.
Además, encontrarás un puente impresionante en la carretera desde el que se pueden hacer unas fotos espectaculares.
Nosotros aparcamos el coche y lo cruzamos andando y… ¡menuda impresión! Cuando pasaban camiones daba la sensación de que todo el puente se movía.
De vuelta a Santa Fe, encontrarás en la carretera esta roca con forma de camello: la Camel Rock.
Dónde comer en Santa Fe
En nuestro post sobre dónde comer en la Ruta 66 vol. II ya hablamos sobre dos restaurantes en esta ciudad: Geronimo y Tabla de los Santos, pero además de estos dos, te dejamos aquí otras opciones interesantes:
- Tía Sofia’s. Sirve desayunos especiales que incluyen tortillas con salsa de chile “de Navidad”: una mezcla de chile rojo y verde encima. También hay enchiladas y huevos rancheros.
- Five and Dime, famoso por su ‘frito pie‘ o pastel de fritos. Sí, has leído bien, pastel de fritos 😀
- The Shed. Perfecto para probar comida local.
Si tienes más dudas sobre la organización de tu Ruta, no dudes en visitar nuestro grupo de facebook sobre la Ruta 66 en el que un montón de viajeros de todo el mundo cuentan sus experiencias y ayudan a los que se encuentran organizando su viaje.
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