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La semana pasada empezamos con el contenido sobre dónde comer en la Ruta 66. En la primera entrega de restaurantes de la Ruta 66, hablamos sobre los mejores sitios de la primera mitad de la ruta. Nos quedamos en Tulsa con el Tally’s Cafe y vamos a empezar el segundo volumen con The Big Texan.
Si te apetece, aquí puedes leer más sobre cómo organizamos nosotros nuestro viaje por la Ruta 66.
Resumen de contenido de este post
- 7. The Big Texan (Amarillo, Texas)
- 8. Silver Moon Cafe (Santa Rosa, Nuevo México)
- 9. Geronimo (Santa Fe, Nuevo México)
- 10. Tabla de los Santos (Santa Fe, Nuevo México)
- 11. Karma Sushi Bar Grill (Flagstaff, Arizona)
- 12. Aria Cafe (Las Vegas, Nevada)
- 13. Dunkin Donuts (en casi todas las ciudades)
- 14. Bonus track sobre dónde comer en la Ruta 66: La nevera de corchopan (Cualquier Walmart de la Ruta)
7. The Big Texan (Amarillo, Texas)
Le toca el turno a otro de los buques insignia de la Ruta 66: The Big Texan. Este restaurante también es uno de los más famosos de la Mother Road y también ha salido en Crónicas Carnívoras. Su fama se basa no solo en un gran producto, sino en su gran reto del filete de las 72 oz., que consiste en comerse una pieza de carne de más de 2 kilos, con todos sus acompañamientos en tan solo 1 hora. Si lo consigues, no tienes que pagarlo.
Fuimos un día entre semana y aún así tuvimos que esperar, porque tiene tanta fama que está siempre lleno. Como puedes ver en las fotos, el restaurante es súper auténtico. De hecho, cualquiera que intenta el gran reto, se sube a una especie de mini escenario que hay en el centro de la sala con unos relojes que se encargan de marcar la cuenta atrás.
Hasta la carta es original, además de completa. Puedes consultar aquí la carta completa de The Big Texan.
Nosotros pedimos los fried mushroms, un must en el The Big Texan. Son unos champiñones enteros rebozados y fritos. Una bomba que está riquísima.
De segundo compartimos unas quesadillas de pollo y queso que también estaban muy conseguidas y el rey de la corona: el filete de 26 oz.
No nos atrevimos con el reto, pero tuvimos la suerte de ver como lo intentaba un chico de Dallas. Pudimos animarle, ver cómo sudaba por conseguirlo y cómo pedía ánimos del público.
Pero ¡qué lástima que no lo consiguió! Aún así mereció mucho la pena disfrutar de una cena con espectáculo, porque además estábamos en primera fila. Pagamos por la cena unos 58 euros (al cambio), que para lo bien que cenamos, la calidad de la carne, el espectáculo y lo original del sitio, está súper bien.
8. Silver Moon Cafe (Santa Rosa, Nuevo México)
¡Y llegamos a Nuevo México! Un estado que nos sorprendió porque es México vol. II. Tiene sentido, es Nuevo México pero quizá no esperábamos que fuera tan evidente. Así que si estás en ‘México’, comes comida mexicana 😉
De camino a Santa Fe, nos encontramos este restaurante mexicano en el que nos trataron estupendamente: Silver Moon Cafe.
Pedimos chile con carne, quesadillas y nachos. Más mexicano no se puede ser. Estaba todo súper rico.
Y lo mejor de todo, al ser un restaurante ‘perdido’ en medio de la Ruta 66, en un pueblo llamado Santa Rosa, pagamos solo 35 euros (al cambio) por una comida super sabrosa.
9. Geronimo (Santa Fe, Nuevo México)
¡Ay Gerónimo! ¿Qué hacemos contigo? Cuando llegamos a Geronimo llevábamos 10 días comiendo comida americana así que teníamos muchas esperanzas puestas en este sitio, del que tantas buenas críticas habíamos leído. Teníamos reserva a las 20.30 (es un sitio muy de moda en la zona) y según nos sentamos a cenar (llegamos puntuales), el maitre nos dijo que si teníamos claro todo lo que íbamos a pedir porque la cocina estaba cerrando. Un detalle bastante feo, la verdad.
Puedes consultar la carta completa de Geronimo aquí.
Pedimos tres entrantes (tartar de atún, carpaccio de wagyu y el foie) para compartir porque no queríamos cenar mucho y nos los trajeron todos a la vez. Imperdonable en un sitio que se supone que sirve alta cocina, porque los platos se enfrían.
Los tres platos y una botella de agua fueron 100 dólares. Nunca nos ha importado pagar tanto dinero por una comida, siempre que comamos increíble, y la verdad es que no fue el caso. La comida estaba rica, pero los platos eran pretenciosos e incomprensibles y en algunos casos ni siquiera respetaban el producto, como en el caso del carpaccio de wagyu, en el que la carne se perdía debajo de una montaña de rúcula.
Seguro que te estás preguntando por qué incluimos este restaurante en este post. Fácil. Es un ‘dónde no comer en la Ruta 66‘ (aunque técnicamente está fuera del trazado de la ruta). Ya nos gastamos nosotros los 100 euros por ti 😉
10. Tabla de los Santos (Santa Fe, Nuevo México)
Pero sí, en Santa Fe se puede comer bien y así nos lo demostró el restaurante Tabla de los Santos, en pleno centro histórico de la ciudad. Nos atendieron brillantemente y el ambiente del restaurante era super agradable.
Pedimos un entrante para compartir y dos principales. Unas patatas con carne mechada, queso y una salsa riquísima, unos solomillos de pollo con verduritas y una ensalada con queso de cabra de 10.
La verdad es que todo estaba riquísimo y pagamos unos 50 dólares.
11. Karma Sushi Bar Grill (Flagstaff, Arizona)
Ya te lo dije en el volumen I de este post: no puedo vivir sin sushi más de una semana 😉 Así que cuando llegamos a las puertas del Gran Cañón ya necesitaba mi ración semanal. Llegamos al Karma Sushi después de hacer una pequeña búsqueda en Tripadvisor. ¡Y menudo acierto!
Un ramen espectacular, unos rolls originales y sabrosos y un ‘sushi volcano‘ que comería a diario, si pudiera.
Los 60 dólares que nos costó esta comida están sin duda súper bien invertidos. Sin duda.
12. Aria Cafe (Las Vegas, Nevada)
¡Llegamos a la ciudad del lujo y el desenfreno! Dentro de la locura que es Las Vegas, teníamos que hablaros del desayuno más caro de nuestra historia: 50 dólares por unas tortitas y un sandwich 😀
Las dos noches que estuvimos en Las Vegas nos quedamos en el Aria, por lo que uno de los días ‘nos vimos obligados’ a probar su cafetería, que es en realidad un restaurante 24 horas. Pedimos un bocata de huevos revueltos con jamón y unas tortitas red velvet. Las dos cosas estaban riquísimas, pero… ¿Para pagar 50 dolares? Probablemente no, pero lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas.
13. Dunkin Donuts (en casi todas las ciudades)
Y como sé que por aquí hay amantes de los viajes low-cost, tengo otra propuesta culinaria que haceros, sobre todo en lo que a desayunos se refiere. Si no quieres gastarte los 40 dólares que vale un desayuno en Lou Mitchell’s, los Dunkin Donuts en EEUU tienen unos desayunos riquísimos y a super buen precio. Vamos, nosotros estuvimos toda la Ruta 66 desayunando en ellos ?
14. Bonus track sobre dónde comer en la Ruta 66: La nevera de corchopan (Cualquier Walmart de la Ruta)
Obviamente, en estos dos posts sobre dónde comer en la Ruta 66 no están todos los sitios en los que comimos. Hemos incluido solo los más originales, ya que también tiramos de McDonald’s, Pizza Hut, Wendy’s, Subway, Jack in the box y todo este tipo de restaurantes de comida rápida, sobre todo en la última parte del viaje, en la que ya no sobraba el dinero.
Y por supuesto, no puede faltar la nevera de poliespan de la que te hablamos en el post de la primera etapa de la ruta. Habrá muchas etapas en las que no encuentres un sitio decente o barato donde comer, por lo que si la llevas a mano, siempre podrás hacerte un sandwich, comer una ensalada o fruta 😉 En ComiViajeros somos fieles defensores de la nevera de corchopan.
Si tienes más dudas sobre la organización de tu Ruta, no dudes en visitar nuestro grupo de facebook sobre la Ruta 66 en el que un montón de viajeros de todo el mundo cuentan sus experiencias y ayudan a los que se encuentran organizando su viaje.