✈️ No viajes sin un buen seguro. Nosotros SIEMPRE usamos y recomendamos el seguro de viaje Heymondo, uno de los mejores seguros de viaje. Y no lo decimos solo nosotros, mira las opiniones de Heymondo. Con nuestro enlace puedes conseguir hasta un 35% de descuento.
De esto que vas a un restaurante de comida japonesa, con una estrella Michelín, en Madrid, y resulta que vas y de postre te pides una torrija. Sí, has leído bien, una TO-RRI-JA. Y resulta que ese pedazo de pan, empapado en leche -y ‘nosecuantas’ cosas más- es la mejor experiencia gastronómica que has tenido en toda tu vida… pues eso es Kabuki.
Resumen de contenido de este post
Kabuki, un referente de la cocina fusión
En un principio, allá por el año 2000, Kabuki abrió como un restaurante al estilo japonés más clásico, sin muchas florituras más allá de ser un ‘japo’ de calidad en una ciudad donde, en esa época, los que destacaban eran ‘los chinos’. Pero pronto se hizo hueco en la ciudad y poco a poco fue mezclando esos platos típicos japoneses con toques mediterráneos, hasta crear un tipo de cocina bautizada como japo-cañí que los ha convertido en todo un referente en la cocina fusión de nuestro país.
Ahora Kabuki no es sólo un restaurante, son cinco: Kabuki y Kabuki Wellington en Madrid, Abamaa Kabuki en Tenerife, Komori en Valencia y Kabuki Raw en Málaga (los tres primeros con estrella Michelín). Y no sólo acaba ahí la experiencia, ya que a todos estos hay que sumarle otros cuatro restaurantes más bajo el nombre Kirei, los cuales tienen un concepto algo más ‘fast-eat’ (que no fast-food).
Y después de este pequeño pedacito de historia de Kabuki (espero no haberte aburrido demasiado), vamos a lo importante: la comida.
Un producto de primera
Aunque en Kabuki hay menú degustación (en el Wellington, que es al que fuimos, cuesta 93 euros por persona), en esta ocasión nos decantamos por comer de carta, ya que teníamos bastante claro lo que queríamos probar.
Para comenzar nos sirvieron un pequeño aperitivo de sardinas, que pese a no ser ninguno de los dos nada fans de este pescado, no podemos más que decir que estaba delicioso. La unión de un producto de máxima calidad y un trato perfecto consiguió que nos gustase un pescado que en otro sitio probablemente se hubiese quedado en el plato.
Ya entrados en materia empezaron a llegar los platos que habíamos pedido, empezando por un usuzukuri de vieira que era puro amor. La vieira, ya de por sí impresionante, venía aderezada con una sal de chorizo que le aportaba ese toque cañí típico de Kabuki y que nos dejó más que sorprendidos.
Algo calentito para prepararnos para el sushi
Aunque quizá no sea el sitio para pedir ramen, la verdad es que tenía un antojo enorme, y cuando tomo sushi siempre me gusta tomar algo caliente para contrastar, por lo que no pude dejar de pedirlo. El que pedimos iba acompañado de langostino y verduras en tempura, una apuesta arriesgada ya que como podéis ver en la foto superior, en cuanto la tempura toca el caldo esta se deshace y se queda flotando en el mismo.
Pese a este pequeño problema logístico, la verdad es que el ramen estaba realmente rico. Los fideos estaban en su punto y el caldo era super sabroso (aunque en Japón probé algunos mucho mejores mucho más baratos, todo sea dicho) Además de cantidad estaba realmente bien.
Y llegamos al sushi
Por supuesto, no podía faltar el sushi en nuestra visita a Kabuki. Pedimos cuatro tipos distintos, a cual más rico. Por lo que iremos in crescendo del peor (o menos bueno) al mejor. Empezamos con un nigiri de atún, el cual estaba delicioso. El atún era perfecto, muy rico, y el arroz estaba en un punto perfecto que en pocos sitios te podrás encontrar (por supuesto esto sucedía con todos los nigiris de Kabuki). Como decía, estaba realmente bueno, pero en la lista de los que más nos gustaron se queda el último.
Para continuar tenemos el nigiri de huevo de codorniz con paté de trufa blanca. Siempre es un puntazo esa mezcla de sabores que deja este nigiri en boca cuando mezclas la trufa con la explosión de la llema del huevo. Quizá no lo ponemos más arriba en este ‘ranking’ porque no sorprende tanto, pero pese a ello estaba brutal.
Rozando el primer puesto nos quedamos con el nigiri de pez mantequilla con trufa. Cuando comemos sushi, normalmente el de pez mantequilla con trufa es nuestro favorito (por eso lo pedimos siempre), y en Kabuki hacen notar su estrella Michelín ofreciendo un pescado de una calidad impresionante (el mejor que hemos probado) con un arroz que, como ya había comentado antes, estaba perfecto.
Pero el mejor de todos fue sin lugar a dudas el nigiri de steak tartar, el cual fue toda una sorpresa. En primer lugar, ya es curioso de por sí hacer un nigiri de steak tartar, y segundo, es aún más curioso que el arroz de este plato estaba tostado por fuera, dándole un toque crujiente que jamás habíamos probado y que en conjunto nos dejó totalmente impresionados. Hubiésemos tomado una docena de estos nigiris.
Y volvemos al postre
Sí, como dije al principio, fui a Kabuki y pedí una torrija. Y fue una de las mejores decisiones (culinariamente hablando) que he tomado en mi vida. Podría pasarme los siguientes párrafos describiendo esa torrija, pero mis palabras no le harían honor, así que simplemente deciros que si vais a Kabuki no debéis perderos esa experiencia.
Fue el colofón perfecto a una cena impresionante. Tanto Kabuki como Kazan, son sin duda dos de los mayores exponentes de cómo la cocina japonesa mezclada con el producto y el estilo español dan como resultado platos magníficos.
En japonés la palabra Kabuki tiene dos significados, el primero es ‘habilidad de cantar y bailar’, el cual no viene mucho al caso, pero el segundo es ‘fuera de lo ordinario‘, y ahí es dónde el nombre le viene como anillo al dedo al Restaurante Kabuki.
Quizá te interese leer | Sushi Yakuza, un japo que no es japo
Resumiendo…
- El producto utilizado en Kabuki es perfecto, por mucho ‘japo’ que hayas comido, la experiencia de tomar un producto de esta calidad es algo totalmente diferente.
- ¿Dónde puedo encontrar Kabuki? Tienen cinco restaurantes ‘Kabuki’ repartidos por toda la geografía, nosotros fuimos al Wellington, que se encuentra en la Calle de Velázquez, nº6 de Madrid. Para ver los demás, aquí te dejo su web.
- ¿Cuánto cuesta? El menú degustación en el Kabuki Wellington es de 93 euros por persona. Si vas de carta es posible que el precio esté entre 60 y 80 euros por persona más el vino.
Otros contenidos que podrían interesarte
- CEBO Madrid, 28 pasos y una estrella Michelin
- Sákale, exquisita fusión japo-mexicana en Madrid
- TOGA Madrid, buen ambiente y mejor comida en pleno centro
- Restaurante MasterChef: ¿delantal dorado o delantal negro?
- El Bohío, ¿es de máster la propuesta del chef Pepe Rodríguez?
- DSTAgE o sentirse como en casa en un dos estrellas Michelín
- Lúbora Madrid, sabor tradicional con una magnífica vuelta de tuerca
- Lúa Madrid, el producto como razón de ser
- La Candela Resto, un restaurante (ahora sí) con la estrella que merece
- Croquetas por doquier en la Gastrocroquetería de Chema
- Sushi Yakuza, un japo que no es japo
No olvides seguirnos en nuestros perfiles en redes sociales, en las que te lo contamos todo en directo: